Al hablar del Trastorno de Espectro Autista (TEA) se deben abordar dos puntos importantes para poder comprender la complejidad de la mente en las personas que presentan este trastorno: comunicación y socialización. En este artículo buscamos compartir información con referencia a la comunicación, cómo ésta varía dependiendo del niño, cómo afecta en sus procesos de adaptación y qué herramientas podemos emplear para poder alcanzar una mayor fluidez en la interacción con las personas con TEA.
Empecemos por aclarar que una persona con autismo
sí se comunica y se relaciona con las personas que lo rodean; sin embargo, en ocasiones sus canales de comunicación no son verbales y por ello el establecimiento de un diálogo pareciera inaccesible.
Recordemos que cuando se habla de autismo nos referimos a un
espectro amplio en donde la presencia y manifestación de los síntomas varían considerablemente. Así encontramos:
- Personas con capacidad para sostener una conversación, pero quienes presentan cierta rigidez en sus ideas o poca iniciativa frente al diálogo.
- Personas con notables recursos verbales pero con poca comprensión de sus verbalizaciones (ecolalias).
- Personas que no logran comunicarse mediante palabras pero sí lo hacen mediante recursos visuales ya sean escritos, imágenes o materiales concretos.
Con el objetivo de identificar a qué responden estas dificultades se han desarrollado diversas teorías las que iremos revisando brevemente ya que nos centraremos en su injerencia en la comunicación.
Teoría de la Coherencia Central (Frith, 1989)
Las personas con desarrollo típico presentan la capacidad cognitiva de percibir, integrar e interpretar información a partir de datos individuales.
En cambio una persona con autismo percibe el mundo de modo fragmentario. Ello afecta el lenguaje comprensivo, motivo por el cual es usual identificar literalidad en su discurso; además, presentan atención a aspectos irrelevantes en la conversación.
Teoría de la Mente (Baron-Cohen, 1985)
Explica la capacidad de atribuir estados mentales (sentimientos y creencias, deseos e intenciones) a nosotros o a los demás. Por lo cual una persona con TEA le cuesta interpretar las conductas, afectando el inicio, sostenimiento y finalización de una conversación.
Teoría de la Función Ejecutiva
Engloba la capacidad en las personas para poder planificar, organizar, anticipar, cambiar y solucionar situaciones. Las personas con autismo presentan dificultades en la comunicación debido a que suelen desarrollar un pensamiento conceptual y abstracto; les cuesta cambiar de temas al conversar y organizar su discurso.
Frente a estas habilidades y dificultades, surgen preguntas acerca de cómo puede uno facilitar en las personas con autismo el desarrollo de la comunicación. Por ello brindamos sugerencias adecuadas al nivel de comunicación de cada persona, puesto que como se ha detallado anteriormente, la clave en todo tipo de comunicación se encuentra en torno a la comprensión y consideración por la otra persona.
Personas con capacidad para sostener una conversación pero quienes presentan cierta rigidez en sus ideas o poca iniciativa frente al diálogo.
En ocasiones a las personas con
autismo les cuesta sostener una conversación, lo cual se puede deber a las
dificultades antes mencionadas o por el poco interés por realizar dicha
actividad en ese momento. Por ende es importante mostrarse receptivos a la motivación
y accesibilidad que nos manifiesta la persona con autismo frente a la estimulación de la conversación.
En una primera instancia se
recomienda iniciar el diálogo empleando preguntas que demandan de respuestas dicotómicas
(“sí” o “no”) Ej. “¿Quieres jugar? Si notamos que hay buena disposición en la
persona podemos continuar emitiendo preguntas con respuestas abiertas Ej. “¿A qué
te gustaría jugar?”. En caso se
identifiquen dificultades para discernir reducir el abanico de respuestas Ej. “Te
gustaría jugar con los carros o los dinosaurios” o "A mi gusta jugar con las muñecas, ¿a ti?".
Personas con notables recursos verbales pero con poca comprensión de sus verbalizaciones (ecolalias).
Muchas personas suelen equivocarse al inferir que el lenguaje expresivo inevitablemente se encuentra al mismo nivel que el lenguaje comprensivo. La presencia de ecolalias (síntoma que no solo está vinculado al TEA) implica la habilidad de la persona para hablar con fluidez y claridad pero sin comprender el significado de las palabras. Esto se responde a que la persona emite una repetición idéntica de alguna frase que ha oído en ese mismo momento (ecolalia inmediata) o la frase responde a un evento con el que ha sido asociado (ecolalia diferida).
Cabe mencionar que las ecolalias son funcionales en la medida que permiten a la persona comunicar sus deseos o calmarse frente a situaciones adversas. Sin embargo, es importante motivar a la persona con autismo a flexibilizar en cierta medida dichas verbalizaciones. Para ello es importante adecuar nuestro lenguaje al nivel de la persona con autismo, de modo que pueda comprender qué buscamos comunicar (ser breves y claros con los enunciados). También se sugiere incrementar la información de la frase, si la persona indica "deseo jugar con el carro" uno puede añadir "deseo jugar con el carro rojo". A diferencia de las personas descritas en el título anterior, en este caso resulta prudente cuidar el empleo recurrente de preguntas.
Personas que no logran comunicarse mediante palabras pero sí lo hacen mediante recursos visuales ya sean escritos, imágenes o materiales concretos.
Recordemos que nuestro principal objetivo es que la persona con TEA logre comunicarse, ya sea mediante palabras o conductas no verbales; puesto que ello incrementará el bienestar de esa persona y por ende su disposición a la interacción.
Para identificar el tipo de comunicación aumentativa resulta más efectivo, es importante contar con una adecuada evaluación realizada por profesionales de la salud (neuropediatras, psicólogos y/o terapeutas de lenguaje).
Una vez definido el tipo de comunicación resulta importante que su entorno inmediato se ajuste a las necesidades que presenta esa persona. Por ejemplo, si se comunica más mediante el lenguaje escrito facilitarle el acceso a una libreta de notas o un celular con traductor.
En caso la persona comprenda más mediante estímulos visuales como imágenes, emplear aplicativos para computadoras o tablets en donde el cuidador pueda escribir una indicación y sea traducida a
pictogramas de fácil compresión para la persona con autismo. En caso la persona no se disperse con imágenes a colores les sugerimos el aplicativo
Pictotraductor y si la persona requiere de menor estímulos dispersores
Sclera nos proporciona los pictogramas en blanco y negro.
Finalmente, en caso la persona con autismo requiera de elementos concretos en tres dimensiones, emplear dichos materiales para comunicarse. Así si deseamos indicar a la persona que es momento de jugar no basta con verbalizar la indicación de manera breve y clara sino mostrar el juguete que se empleará en ese momento.
Recordemos que el autismo no es una enfermedad y por ende no tiene cura; sin embargo, sí podemos trabajar por mejorar la calidad de vida de las personas que presentan este trastorno. Para ello se deben potencializar sus recursos, facilitar mecanismos alternos para poder establecer una comunicación más efectiva pero sobre todo validar a la persona como persona. Ayudemos a que tanto la persona con autismo como nosotros sigamos creciendo fuertes y felices.
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Referencias
Baron-Cohen, S, Tager-Flusberg,
H, and Cohen, D.J. (eds,) (2007) Understanding other minds: perspectives from
developmental cognitive neuroscience – 2nd Edition. Oxford University Press.
Comin, D. (2013). El déficit en
la Función Ejecutiva y su impacto en el Autismo. Autismo Diario. [fecha de consulta: 06 de abril del
2016]. Disponible en: http://autismodiario.org/2013/12/20/el-deficit-en-la-funcion-ejecutiva-y-su-impacto-en-el-autismo/
Frith, Uta (1991). Autism and Asperger
Syndrome. Cambridge: Cambridge University Press. ISBN 0-521-38608-X. p. 2
Happé, F. (2007). Introducción al
autismo (M. Núñez, Trad.). Madrid: Alianza Editorial.
Howlin, P, Baron-Cohen, S,
Hadwin, J, & Swettenham, J, (1999). Teaching children with autism to
mind-read. Wiley.
Medrano, E. (2013). Peculiaridades
en la expresión del lenguaje. La ecolalia. Alto alto como una montaña. [fecha de consulta: 08 de abril del
2016]. Disponible en: https://afrontandoelautismoconsensibilidad.wordpress.com/2013/04/09/peculiaridades-en-la-expresion-del-lenguaje-la-ecolalia/