viernes, 29 de abril de 2016

Resumen de Abril: Trastorno del Espectro Autista

Fortaleciendo Raíces durante el mes de abril brindó su granito de arena compartiendo con ustedes información acerca del Trastorno del Espectro Autista, celebrando el "Mes Azul". Así brindamos artículos en el blog y subimos en nuestro fanpage Fortaleciendo Raíces imágenes, mensajes, reflexiones, videos y aplicaciones que puedan ser de utilidad. 

El objetivo de esta publicación es realizar breves resúmenes con los cuatro artículos desarrollados acerca del autismo; de modo que sean de rápido acceso y en caso deseen profundizar en algún tema solo deben dar click al título. 



Aquí encontrarán información acerca de las iniciativas que se vienen realizado para generar en la población una mayor noción sobre el autismo y sus alcances. 

Del mismo modo, encontrarán señales de alerta que nos permitan una detección temprana del trastorno y cuadros comparativos en el desarrollo de la comunicación y socialización en niños de desarrollo típico y niños con TEA. 




Las personas con autismo sí se comunican y se relacionan con las personas que los rodean; sin embargo, recordemos que este trastorno presenta un espectro amplio y por ende tanto la presencia como las manifestaciones de los síntomas varían considerablemente. 

Dentro de las principales dificultades en la comunicación se identifican: problemas en la interpretación e integración de la información durante una conversación, dispersión o sobreatención a temas irrelevantes, sostenimiento o finalización del dialogo, literalidad, entre otros. 

Así se desarrollaron sugerencias para estimular la comunicación según el nivel en el que se encuentran: 
  • Personas con capacidad para sostener una conversación pero presentan rigidez en sus ideas o poca iniciativa frente al diálogo.
  • Personas con buen desarrollo en el lenguaje expresivo pero no comprensivo (ecolalias).
  • Personas que no se comunican mediante recursos verbales pero sí lo hacen con otros recursos.



Las dificultades que se puedan presentar a nivel conductual con las personas con autismo responden a la presencia de un estilo cognitivo diferente y poco flexible. Ello genera que la percepción e interacción que establecen con su entorno inmediato sea distinta, motivo por el cual se pueden presentar altercados. 

Por ello es importante que quienes interactúan con personas con TEA tomen en consideración la percepción fragmentada que tienen de la realidad y adecuen sus interacciones a partir de estas. Para lo cual en el artículo completo encontrarán técnicas para lidiar con las rabietas y cómo prevenirlas. 




Una de las mayores preocupaciones en los cuidadores de personas con autismo gira en torno a los problemas en la interacción social, siendo el desarrollo de la empatía uno de los principales motivos. 

Si bien estas dificultades presentan componentes innatos (neuronas espejo) debemos recordar que las redes neuronales son susceptibles a la socialización y educación a partir de la estimulación y la experiencia vivida. 

Por ello, las personas con autismo pueden aprender a imitar conductas sociales y juegos, logran memorizar convenciones sociales y son capaces de desarrollar una mayor atención conjunta lo cual propicia un intercambio social más fluido. Razón por la cual compartimos en el artículo completo estrategias que faciliten esta labor. 


No queríamos culminar la publicación sin dejar de agradecer el interés comunicado ya sea mediante el fanpage Fortaleciendo Raíces como a nuestro correo electrónico. Ello nos alienta a continuar compartiendo con ustedes la información que hemos ido recopilando a lo largo de la labor que realizamos en el campo de la educación y la salud mental. 

Los invitamos a seguir compartiendo con nosotros sus experiencias ya sea mediante comentarios en el blog o en el Grupo Cerrado. Ayudemos a que nuestros hijos sigan creciendo fuertes y felices. 



lunes, 25 de abril de 2016

Autismo y las habilidades sociales (empatía)

Las habilidades sociales son recursos sumamente valiosos puesto que fortalecen el establecimiento de vínculos afectivos y facilitan los procesos de adecuación a los diversos ámbitos en los que nos desarrollamos; sin embargo, en las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) estos recursos se ven afectados. 
Por ello en este artículo analizaremos las variables que afectan la capacidad de las personas con TEA para desarrollar la empatía y sus relaciones interpersonales. Asimismo abordaremos cómo mediante actividades lúdicas se pueden fortalecer estos recursos, tomando en cuenta siempre el nivel de funcionamiento de las personas con autismo. 
Empecemos por recordar que la empatía es la capacidad para vivenciar los pensamientos y sentimientos de otras personas, adecuando nuestro comportamiento a partir de dicha percepción. Debido a que la empatía presenta componentes cognitivos y emocionales, nos basaremos en dos abordajes: La teoría de la Mente y las Neuronas Espejo.
A nivel cognitivo la Teoría de la Mente habla acerca de la capacidad de las personas para expresar y entender los estados mentales, pensamientos, deseos y sentimientos. Lo cual permite interactuar y compartir experiencias con los demás; fortaleciendo el desarrollo de la empatía social. En las personas con autismo hay dificultades en la capacidad en la atribución de creencias o valores sociales, costándoles cambiar las suyas, engañar o mentir. Del mismo modo, les resulta difícil diferenciar entre apariencia y realidad; pero en especial es un desafío el reconocer los estados afectivos de los demás.

Resulta importante tomar en cuenta que una persona con autismo no es insensible, por el contrario en ocasiones sienten de modo sobredimensionado; la dificultad se encuentra en captar la expresión y el significado de las emociones, y por tanto empatizar con ellas.

Por otro lado, desde el punto de vista de las neurociencias se conoce que todas las personas contamos con neuronas espejo, las cuales se activan cuando una persona realiza una acción u observa a otra persona realizarla, ello facilita los procesos de imitación que son la base en el aprendizaje y la empatía social.

Así cuando una persona ve a otra sosteniendo una taza de té, sus neuronas motoras se activan tal cual como si ella misma la estuviera sosteniendo.

Investigaciones como las realizadas por Iacoboni y Dapretto (2006) indican que niños con TEA presentan menor actividad en el sistema de neuronas espejo en comparación con niños de desarrollo típico e inclusive identificaron correlaciones con el grado de gravedad del trastorno. Ello nos explica por qué en personas con autismo se presenta poco interés en las interacciones sociales (en especial durante la infancia) y más aún por qué se evidencia una limitada atención conjunta.


  • En caso se encuentren interesados en ahondar más acerca de las neuronas espejo compartimos el video de Ramachandran, neurólogo quien trabaja en el campo de la neurología de la conducta.

Tal como se observa la empatía tiene componentes innatos pero también es susceptible de socialización y educación pues las redes neuronales se van conformando con el desarrollo y la experiencia. Así la detección y estimulación temprana en personas con TEA cobran relevancia en la adquisición de habilidades sociales, ya que si bien en el autismo hay fallas en el sistema de las neuronas espejo ello no implica que no puedan aprender a imitar, memorizar convenciones sociales o jugar de modo manera conjunta.

Como muestra de ello compartimos un video de Saxe, neuróloga cognitiva quien ha realizado estudios para identificar cómo el cerebro genera pensamientos acerca de los pensamientos de otros y juzgar sus actos. En él se identifica que los niños de tres años (así como las personas con TEA) aún no alcanzan la madurez suficiente para desarrollar pensamientos y juicios sociales acerca de otras personas. Lo cual no implica que no lleguen a aprenderlo.

Bajo este escenario debemos emplear el juego como uno de nuestros principales medios para desarrollar los recursos sociales en las personas con autismo. Ya que en dicho espacio uno fortalece la expresión corporal y el movimiento, la integración de la información sensorial, el aprendizaje de los estados afectivos, aspectos cognitivos, creatividad y capacidad de interacción social; siempre y cuando se enseñe adecuadamente al niño con TEA cómo hacerlo.

En primer lugar es importante que los cuidadores observen cómo el niño juega y qué tipo de juego presenta ya que dependiendo de ello, la estimulación que se le brinde irá variando. Así si bien las personas con autismo no desarrollan un juego simbólico, sí pueden presentar estos otros tres niveles:

  1. Manipulación Simple: El niño únicamente explora sensorialmente los juguetes. Ejemplo, coge una muñeca y la soba en su rostro. 
  2. Juego de Combinación: El niño es capaz de vincular dos objetos y emplear ambos durante el juego. Ejemplo, toma dos vasos y los apila. 
  3. Juego funcional: El niño imita una acción observada. Ejemplo, coloca una muñeca en una cama de juguete. 
Una vez identificado el tipo de juego del niño se busca que el cuidador de modo progresivo estimule al niño a complejizar sus acciones lúdicas. Para ello, el modelado conductual resulta una de las principales herramientas; sin embargo, es importante estar alertas y ser respetuoso frente a las resistencias que pueda presentar el niño.

Por ello, queríamos compartir con ustedes unas estrategias para facilitar la interacción social con personas con autismo. En estas actividades se buscará: mejorar el comportamiento social, sus procesos de imitación y desarrollo de la atención conjunta. Para mayor desarrollo de la información los invitamos a ingresar a este enlace (Grofer y Dawson).








Tal como se logra apreciar a lo largo del artículo las personas con Trastorno del Espectro Autista presentan dificultades en el desarrollo innato de ciertos recursos sociales. No obstante, ello no implica que con un adecuado proceso de aprendizaje logren adquirir mayores efectividad en sus interacciones. Así las personas con autismo nos brindan el maravilloso desafío de pensar de modo diferente para poder comunicarnos, entendernos y sobre todo respetarnos. Recuerden:



En caso se encuentren interesados en recibir información continua acerca de diversos temas de interés vinculados a la crianza de niños y adolescentes contamos con un fanpage Fortaleciendo Raíces en donde compartimos artículos, mensajes motivadores, videos y eventos. Asimismo contamos con un grupo cerrado Fortaleciendo Raíces - Grupo en donde alentamos a los diversos miembros a compartir sus experiencias en el rol de padres. Ayudemos a que nuestros hijos sigan creciendo fuertes y felices.


Referencias

Autismo Diario (2008). La necesidad de enseñar a jugar a los niños con autismo. [fecha de consulta: 15 de abril del 2016]. Disponible en: http://autismodiario.org/2008/10/28/la-necesidad-de-ensenar-a-jugar-a-los-ninos-con-autismo/

Garcia, E., González, J. y Maestú, F. (2011). Neuronas espejo y teoría de la mente en la explicación de la empatía. [fecha de consulta: 25 de abril del 2016]. Disponible en: http://eprints.sim.ucm.es/16341/1/ANSIEDAD_Y_ESTRES.pdf

Grofer, L. y Dawson, G. Estrategias para facilitar la interacción social con niños autistas. fecha de consulta: 25 de abril del 2016. Disponible en: http://www.autismosevilla.org/profesionales/Habilidades%20sociales/Estrategias%20para%20facilitar%20la%20interaccion%20social%20con%20ninos%20autistas.pdf

Iacoboni, M., Dapretto, M. (2006). The mirror neuron system and the consequences of its dysfunction; Nature Reviews Neuroscience, 7, 942-951. Iacoboni, M. (2009). Las neuronas espejo. Argentina: Libros Tauro.

Larbán. J (2012) Autismo temprano, neuronas espejo, empatía, integración sensorial, intersubjetividad. [fecha de consulta: 25 de abril del 2016]. Disponible en: http://www.sepypna.com/articulos/autismo-temprano-neuronas-espejo-empatia/

Salome, M. Neuronas espejo: ¿la clave del autismo? 13 de diciembre del 2007. [fecha de consulta: 25 de abril del 2016]. Disponible en: http://www.consumer.es/web/es/salud/investigacion_medica/2007/12/13/172810.php


Well, N. Los juicios morales, la empatía y la teoría de la mente. 27 de marzo 2011. [fecha de consulta: 15 de abril del 2016]. Disponible en: http://autismodiario.org/2011/03/27/los-juicios-morales-la-empatia-y-la-teoria-de-la-mente/

viernes, 15 de abril de 2016

¿Un niño con autismo, es un niño malcriado?

Una persona con autismo no es alguien que ha sido mal criado. Lo que sucede es que tiene un estilo cognitivo diferente y poco flexible, de  modo que percibe y se comunica de modo distinto, tal como se mencionó en nuestro artículo anterior (Recursos y dificultades en la comunicación de personas con autismo). Todo ello genera que se vean afectados sus recursos para adecuarse a los diversos contextos en donde se desarrolla y por ende se puedan presentar conductas inadecuadas en respuesta al malestar que siente. 


En este artículo buscamos recabar información acerca de cómo procesan la información las personas con autismo, tomando como referencia la Teoría de la Coherencia Central (Frith, 1989) y por ende los problemas sensoriales y conductuales que se presentan. Así Fortaleciendo Raíces intenta brindar información que nos permita ser más empáticos en nuestras interacciones y enseñanzas a personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). 

La Teoría de la Coherencia Central vinculada al autismo indica que estas personas no procesan la información que reciben de su entorno para construir un significado global, enmarcado dentro de un contexto. Por el contrario perciben la realidad de modo fragmentado. 


Por ejemplo, cuando a una persona de desarrollo típico se le pide imaginar un "pastel", es capaz de integrar diversas sensaciones al mismo tiempo. Así puede visualizar, oler e inclusive sentir el gusto y la textura del pastel que trajo a su mente.




En cambio una persona con TEA cuando se le otorga la misma indicación, dependiendo de su nivel de funcionamiento podrá en un momento visualizar el pastel, luego su olor, luego su sabor, etc. Es decir no presenta el impulso innato a la integración de la información; por el contrario la guarda en "pequeños archivadores" los cuales deben ser abiertos uno por uno. 

La ventaja de percibir el mundo de manera fragmentada radica en la habilidad para discriminar detalles que podrían pasar de ser percibidos por una persona de desarrollo típico. Habilidad que al no ser abordada adecuadamente podría tornarse en una dificultad, tal como se observa en este video (dar click).

Así una persona con autismo suele percibir el mundo de modo caótico y desorganizado pues para él está compuesto por una gran cantidad de estímulos. Los cuales en su mayoría generan malestar ya sea debido a su hiper o hipo sensibilidad, para mayor información les sugiero ingresar al blog Yo Soy Kaux, quien desde su propia experiencia describe los problemas en el procesamiento sensorial o al blog UniDiversidad, en donde encontramos una mirada médica a ésta y otras dificultades en el autismo. 


Bajo este escenario se torna comprensible que las personas con TEA puedan  presentar con mayor frecuencia conductas tales como berrinches o rabietas. Lidiar con este tipo de situaciones resulta diferente en una persona con desarrollo típico de una persona con autismo. Por ello compartimos algunas sugerencias acerca de cómo afrontar estos momentos tan difíciles. 


  1. Si la persona se comunica verbalmente, pregúntale qué es lo que le está molestando, empleando breves y claras palabras. Si es un estímulo externo que pueda ser regulado, hazlo variando el contexto y la actividad. 
  2. Si la persona se comunica de modo no verbal, acerca su agenda de comunicación para que pueda indicar qué le fastidia. Restringe cualquier estímulo que pueda estar generando el malestar: apaga la televisión, música, etc; y varía la actividad. 
  3. Ya sea una persona de comunicación verbal o no, es importante asociar esa situación con la emoción que esta sintiendo ya sea diciendo "te entiendo, estas molesto" o mediante dibujos de rostros enojados. Así en futuras ocasiones nos podrá comunicar su enfado con mayor eficiencia y por ende no recurrir a la conducta. 
  4. Aplícale masajes para que pueda calmarse con mayor facilidad. Ayúdala a colocarse en una posición cómoda, aprieta suavemente sus sienes, masajea sus hombros, frota sus espaldas o pies. Mantén tus movimientos suaves, relajantes y cuidadosos.
  5. Trata de presionar su cuerpo suavemente. Si la persona está sentada, párate detrás de él o ella y cruza tus brazos encima de su pecho. Deja caer tu cabeza de costado y coloca tu mejilla encima de su cabeza. Presiona levemente. Esta posición le debe ayudar a relajarse y calmarse.
  6. Si está golpeándose o sacudiéndose, retira cualquier objeto que le podría lastimar. Protege su cabeza colocándola en tu regazo o poniendo una almohada debajo de ella.
  7. Sostenla, frota sus hombros y muéstrale afecto. Esto podría ayudarla a calmarse.
  8. Sácale cualquier prenda de vestir que sea incómoda (chalinas, suéteres holgados o corbatas que pueden estar atadas).
Resulta indispensable que el cuidador trasmita en todo momento calma al niño, para lo cual es necesario contar con una adecuada capacidad de autorregulación. No obstante, en la medida de las posibilidades "más vale prevenir, que lamentar" así si anticipamos y prevenimos la presencia de conductas inadecuadas, no tendremos que lidiar con ellas. Para lo cual es importante que tomemos en cuenta la anticipación, planificación, organización y flexibilidad al momento de realizar actividades con personas con TEA.  

Respecto a la anticipación nos referimos a la necesidad de delimitar previamente las actividades diarias. Así cada uno de los participantes sabrá qué deberá hacer y en especial cómo hacerlo. Ello no quiere decir repetir de modo rígido las mismas actividades todos los días, pero sí anticipar los cambios que se puedan presentar. Para comunicar las tareas del día es importante emplear agendas visuales ya sean de modo escrito, con imágenes (Visitar Pictoagenda) o con objetos dependiendo del nivel de comunicación de la persona con autismo.

Con referencia a la organización nos referimos a  la necesidad de que los cuidadores mantengan orden y predictibilidad en los ambientes del hogar, escuela o terapias. De modo que los estímulos distractores sean en la medida de las posibilidades reducidos. Recuerden que la mayoría de personas con autismo presentan predominancia ante los estímulos visuales y si perciben un ambiente organizado, ellos mismos también se organizan. Por ejemplo, sabrán que al dirigirse al escritorio es el momento de realizar actividades grafomotoras.

Finalmente, es importante tomar en cuenta que si bien en el autismo suele presentarse poca flexibilidad cognitiva, esto no implica que no se pueda negociar con una persona con TEA. Para ello el cuidador debe analizar cuál es su objetivo más importante y en base a ello estar dispuestos a replantear las propuestas.

Por ejemplo, nuestro objetivo principal es que el niño permanezca por breves periodos de tiempo sentado y el objetivo secundario es mejorar su grafomotricidad. Intentamos iniciar la actividad pero el niño únicamente desea jugar con sus dinosaurios, entonces negociamos no realizar los cinco ejercicios previstos, sino tres de ellos luego de los cuales podrá jugar con sus dinosaurios. 

La convivencia con una persona con autismo no es una labor sencilla, pero si nos detenemos a pensar el convivir con cualquier otro ser humano tampoco lo es. El percibir el mundo de un modo diferente no es una dificultad, es un desafío que enriquece tanto a la persona que lo vivencia como a su entorno inmediato; motivemos a nuestros hijos a desarrollar sus potencialidades de modo que sigan creciendo fuertes y felices. 

Para mayor información recuerden que contamos con un fanpage con el nombre de Fortaleciendo Raíces en donde compartimos artículos, mensajes motivadores, videos y eventos de interés común. Asimismo, contamos con un grupo cerrado en facebook Fortaleciendo Raíces - Grupo  en donde se comparte información y se promueve el intercambio de vivencias acerca del hermoso rol de padres, los invitamos a participar. 



Referencias

Alonso, J. Déficits sensoriales en el autismo. 10 de julio del 2012. [fecha de consulta: 15 de abril del 2016]. Disponible en: http://jralonso.es/2012/07/10/deficits-sensoriales-en-el-autismo/

Baron-Cohen, S, Tager-Flusberg, H, and Cohen, D.J. (eds,) (2007) Understanding other minds: perspectives from developmental cognitive neuroscience – 2nd Edition. Oxford University Press.

Casanova, M. Autoagresiones, teoría de la mente, torpeza y la atención conjunta: explicándolo todo con la misma teoría. 30 de setiembre del 2013. [fecha de consulta: 15 de abril del 2016]. Disponible en: http://autismodiario.org/2013/09/30/conductas-autolesivas-teoria-de-la-mente-torpeza-y-la-atencion-conjunta-explicandolo-todo-con-la-misma-teoria/

Happé, F. (2007). Introducción al autismo (M. Núñez, Trad.). Madrid: Alianza Editorial.

Kaux. Hipersensibilidad Sensorial y el Espectro Autista. 27 de setiembre del 2014. [fecha de consulta: 15 de abril del 2016]. Disponible en: http://www.yosoykaux.com/blog/hipersensibilidad-sensorial-y-el-espectro-autista/#comment-273

WikiHow. Cómo calmar a una persona con autismo. [fecha de consulta: 20 de marzo del 2016]. Disponible en: http://es.wikihow.com/calmar-a-una-persona-con-autismo

viernes, 8 de abril de 2016

Recursos y dificultades en la comunicación de personas con autismo

Al hablar del Trastorno de Espectro Autista (TEA) se deben abordar dos puntos importantes para poder comprender la complejidad de la mente en las personas que presentan este trastorno: comunicación y socialización. En este artículo buscamos compartir información con referencia a la comunicación, cómo ésta varía dependiendo del niño, cómo afecta en sus procesos de adaptación y qué herramientas podemos emplear para poder alcanzar una mayor fluidez en la interacción con las personas con TEA. 

Empecemos por aclarar que una persona con autismo sí se comunica y se relaciona con las personas que lo rodean; sin embargo, en ocasiones sus canales de comunicación no son verbales y por ello el establecimiento de un diálogo pareciera inaccesible.

Recordemos que cuando se habla de autismo nos referimos a un espectro amplio en donde la presencia y manifestación de los síntomas varían considerablemente. Así encontramos:

  • Personas con capacidad para sostener una conversación, pero quienes presentan cierta rigidez en sus ideas o poca iniciativa frente al diálogo.
  • Personas con notables recursos verbales pero con poca comprensión de sus verbalizaciones (ecolalias).
  • Personas que no logran comunicarse mediante palabras pero sí lo hacen mediante recursos visuales ya sean escritos, imágenes o materiales concretos. 

Con el objetivo de identificar a qué responden estas dificultades se han desarrollado diversas teorías las que iremos revisando brevemente ya que nos centraremos en su injerencia en la comunicación.

Teoría de la Coherencia Central (Frith, 1989)

Las personas con desarrollo típico presentan la capacidad cognitiva de percibir, integrar e interpretar información a partir de datos individuales. 
En cambio una persona con autismo percibe el mundo de modo fragmentario. Ello afecta el lenguaje comprensivo, motivo por el cual es usual identificar literalidad en su discurso; además, presentan atención a aspectos irrelevantes en la conversación. 



Teoría de la Mente (Baron-Cohen, 1985)

Explica la capacidad de atribuir estados mentales (sentimientos y creencias, deseos e intenciones) a nosotros o a los demás. Por lo cual una persona con TEA le cuesta interpretar las conductas, afectando el inicio, sostenimiento y finalización de una conversación.

Teoría de la Función Ejecutiva

Engloba la capacidad en las personas para poder planificar, organizar, anticipar, cambiar y solucionar situaciones. Las personas con autismo presentan dificultades en la comunicación debido a que suelen desarrollar un pensamiento conceptual y abstracto; les cuesta cambiar de temas al conversar y organizar su discurso.  


Frente a estas habilidades y dificultades, surgen preguntas acerca de cómo puede uno facilitar en las personas con autismo el desarrollo de la comunicación. Por ello brindamos sugerencias adecuadas al nivel de comunicación de cada persona, puesto que como se ha detallado anteriormente, la clave en todo tipo de comunicación se encuentra en torno a la comprensión y consideración por la otra persona.

Personas con capacidad para sostener una conversación pero quienes presentan cierta rigidez en sus ideas o poca iniciativa frente al diálogo.

En ocasiones a las personas con autismo les cuesta sostener una conversación, lo cual se puede deber a las dificultades antes mencionadas o por el poco interés por realizar dicha actividad en ese momento. Por ende es importante mostrarse receptivos a la motivación y accesibilidad que nos manifiesta la persona con autismo frente a la estimulación de la conversación.

En una primera instancia se recomienda iniciar el diálogo empleando preguntas que demandan de respuestas dicotómicas (“sí” o “no”) Ej. “¿Quieres jugar? Si notamos que hay buena disposición en la persona podemos continuar emitiendo preguntas con respuestas abiertas Ej. “¿A qué te gustaría jugar?”.  En caso se identifiquen dificultades para discernir reducir el abanico de respuestas Ej. “Te gustaría jugar con los carros o los dinosaurios” o "A mi gusta jugar con las muñecas, ¿a ti?".

Personas con notables recursos verbales pero con poca comprensión de sus verbalizaciones (ecolalias).

Muchas personas suelen equivocarse al inferir que el lenguaje expresivo inevitablemente se encuentra al mismo nivel que el lenguaje comprensivo. La presencia de ecolalias (síntoma que no solo está vinculado al TEA) implica la habilidad de la persona para hablar con fluidez y claridad pero sin comprender el significado de las palabras. Esto se responde a que la persona emite una repetición idéntica de alguna frase que ha oído en ese mismo momento (ecolalia inmediata) o la frase responde a un evento con el que ha sido asociado (ecolalia diferida). 

Cabe mencionar que las ecolalias son funcionales en la medida que permiten a la persona comunicar sus deseos o calmarse frente a situaciones adversas. Sin embargo, es importante motivar a la persona con autismo a flexibilizar en cierta medida dichas verbalizaciones. Para ello es importante adecuar nuestro lenguaje al nivel de la persona con autismo, de modo que pueda comprender qué buscamos comunicar (ser breves y claros con los enunciados). También se sugiere incrementar la información de la frase, si la persona indica "deseo jugar con el carro" uno puede añadir "deseo jugar con el carro rojo". A diferencia de las personas descritas en el título anterior, en este caso resulta prudente cuidar el empleo recurrente de preguntas. 


Personas que no logran comunicarse mediante palabras pero sí lo hacen mediante recursos visuales ya sean escritos, imágenes o materiales concretos. 

Recordemos que nuestro principal objetivo es que la persona con TEA logre comunicarse, ya sea mediante palabras o conductas no verbales; puesto que ello incrementará el bienestar de esa persona y por ende su disposición a la interacción. 

Para identificar el tipo de comunicación aumentativa resulta más efectivo, es importante contar con una adecuada evaluación realizada por profesionales de la salud (neuropediatras, psicólogos y/o terapeutas de lenguaje). 

Una vez definido el tipo de comunicación resulta importante que su entorno inmediato se ajuste a las necesidades que presenta esa persona. Por ejemplo, si se comunica más mediante el lenguaje escrito facilitarle el acceso a una libreta de notas o un celular con traductor. 

En caso la persona comprenda más mediante estímulos visuales como imágenes, emplear aplicativos para computadoras o tablets en donde el cuidador pueda escribir una indicación y sea traducida a pictogramas de fácil compresión para la persona con autismo. En caso la persona no se disperse con imágenes a colores les sugerimos el aplicativo Pictotraductor y si la persona requiere de menor estímulos dispersores Sclera nos proporciona los pictogramas en blanco y negro. 

Finalmente, en caso la persona con autismo requiera de elementos concretos en tres dimensiones, emplear dichos materiales para comunicarse. Así si deseamos indicar a la persona que es momento de jugar no basta con verbalizar la indicación de manera breve y clara sino mostrar el juguete que se empleará en ese momento. 



Recordemos que el autismo no es una enfermedad y por ende no tiene cura; sin embargo, sí podemos trabajar por mejorar la calidad de vida de las personas que presentan este trastorno. Para ello se deben potencializar sus recursos, facilitar mecanismos alternos para poder establecer una comunicación más efectiva pero sobre todo validar a la persona como persona. Ayudemos a que tanto la persona con autismo como nosotros sigamos creciendo fuertes y felices.

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Referencias

Baron-Cohen, S, Tager-Flusberg, H, and Cohen, D.J. (eds,) (2007) Understanding other minds: perspectives from developmental cognitive neuroscience – 2nd Edition. Oxford University Press.

Comin, D. (2013). El déficit en la Función Ejecutiva y su impacto en el Autismo. Autismo Diario. [fecha de consulta: 06 de abril del 2016]. Disponible en: http://autismodiario.org/2013/12/20/el-deficit-en-la-funcion-ejecutiva-y-su-impacto-en-el-autismo/

Frith, Uta (1991). Autism and Asperger Syndrome. Cambridge: Cambridge University Press. ISBN 0-521-38608-X. p. 2

Happé, F. (2007). Introducción al autismo (M. Núñez, Trad.). Madrid: Alianza Editorial.

Howlin, P, Baron-Cohen, S, Hadwin, J, & Swettenham, J, (1999). Teaching children with autism to mind-read. Wiley.

Medrano, E. (2013). Peculiaridades en la expresión del lenguaje. La ecolalia. Alto alto como una montaña. [fecha de consulta: 08 de abril del 2016]. Disponible en: https://afrontandoelautismoconsensibilidad.wordpress.com/2013/04/09/peculiaridades-en-la-expresion-del-lenguaje-la-ecolalia/


sábado, 2 de abril de 2016

02 de abril Día Mundial de Concientización del Autismo

La Asamblea General de las Naciones Unidas acordó desde el año 2007 designar el 02 de abril como el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas que presentan ese diagnóstico. 
A partir de ello surgen campañas como “Luz Azul” (“Light It Up Blue”) en donde miles de monumentos históricos, negocios, hogares y personas de mundo se iluminan o usan una prenda de color azul para así demostrar su apoyo a las personas con autismo. Gesto que motiva a la población a hablar acerca de ese trastorno y por ende generar conciencia social acerca de sus necesidades.

En nuestro país hay mucho camino que recorrer (como el desarrollo de programas de intervención temprana, acceso a tratamientos, educación inclusiva, etc.) pero al unirnos por una misma causa se va avanzando más a la meta. 

Fortaleciendo Raíces busca contribuir  mediante la trasmisión de los conocimientos que manejamos respecto al Trastorno del Espectro Autista (TEA) y sus repercusiones en el desarrollo personal, familiar, social y académico. Por ello a lo largo del mes de abril iremos publicando artículos que giren en torno al autismo en especial en lo referente a la comunicación, manejo conductual y recursos tanto cognitivos como sociales.

Uno de los mayores logros en la investigación del TEA radica en la detección temprana de síntomas atípicos, facilitando una intervención más efectiva. Para lo cual resulta imprescindible aprender el desarrollo típico de la comunicación y socialización en un niño desde su vida intrauterina en adelante.





En el caso de niños con autismo se observan las siguientes señales de alerta:

  • No balbucea, ni reacciona cuando lo llaman por su nombre a los 12 años. 
  • No señala objetos para mostrar su interés (señalar un avión que está volando) a los 14 meses. 
  • Sus juegos carecen de funcionalidad (Ej. empujar el carro).
  • No dice palabras sencillas a los 18 meses (Ej. mamá, papá, dame) ni juega con situaciones imaginarias (Ej. dar de "comer" a la muñeca).
  • A los dos años no dice frases espontaneas de dos palabras, lo cual difiere de las ecolalias (repetición de lo que ha oído) que sí puede presentar.
  • Evita o le cuesta mantener el contacto visual.
  • Prefiere estar solo, le cuesta integrarse a los juegos con otros niños. 
  • Fijación inusual a objetos o temas de interés.
  • Ausencia de imitación o repetición de acciones que otras personas realizan.
  • Presenta estereotipias (movimientos corporales inusuales). 
  • Presenta conductas repetitivas como alinear o girar objetos.  
  • Se altera ante los cambios o situaciones novedosas. 
  • Presenta hipo o hipersensibilidad sensorial.

Así al identificar en un niño estos síntomas es importante solicitar el apoyo de profesionales de la salud, de modo que se pueda realizar un diagnóstico claro y temprano. Aún no se cuenta con pruebas médicas, genéticas o psicológicas que por sí solas indiquen la presencia o ausencia de autismo. Motivo por el cual se realiza un trabajo conjunto con diversas disciplinas, basándose en manuales diagnósticos como el CIE 10 o el DSM V, entrevista a padres, cuestionarios, aplicación de baterías de pruebas psicológicas y en especial observación de conducta. 


Queríamos culminar este artículo recordando que el brindar un diagnostico implica dar un contexto claro acerca de qué esperar y cómo afrontar los desafíos que demanda la crianza de un niños con autismo. Ello no implica "etiquetar" a nuestros hijos puesto que cada niño es diferente y cuenta con diversos recursos (atención a detalles, memoria visual, búsqueda de orden, etc.) y necesidades, siendo nuestra labor ayudarlos para que sigan creciendo fuertes y felices.

Para mayor información recuerden que contamos con un fanpage con el nombre de Fortaleciendo Raíces en donde compartimos artículos, mensajes motivadores, videos y eventos de interés común. Asimismo, contamos con un grupo cerrado en facebook Fortaleciendo Raíces - Grupo  en donde se comparte información y se promueve el intercambio de vivencias acerca del hermoso rol de padres, los invitamos a participar.


Referencias

Actualización de la codificación del DSM-5. Suplemento del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, quinta edición. [fecha de consulta: 24 de febrero del 2016]. Disponible en: http://psychiatryonline.org/pb/assets/raw/dsm/pdf/Spanish_DSM-5%20Coding%20Update_Final.pdf


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