Debido a que seguimos en el mes de mayo, mes de mamá en este artículo nos centraremos en los desafíos que la infancia y luego la niñez suelen generar en las madres. Por ende brindaremos ciertas pautas que nos puedan ayudar al afronte efectivo de vivencias tales como el inicio de la escolaridad, el lidiar con el complejo de Edipo y la importancia del establecimiento de límites.
¿Estamos listos para iniciar el nido?
Empecemos por describir el escenario en el que nos encontramos, nuestro pequeño ha seguido creciendo y se encuentra más activo, requiriendo por tanto mayor estimulación. Así se va acercando el momento en el cual nuestro hijo debe acudir a un centro de educación inicial.
En primer lugar es importante tomar en cuenta que para ello no solo nuestro hijo necesitará estar preparado sino los cuidadores también deben estarlo. Para ayudar a que los niños disfruten de esta experiencia los invito a ingresar al artículo Volviendo a Clases, puesto que aquí desarrollaremos un enfoque más dirigido a la madre.
Es comprensible y esperable que se presenten sentimientos de culpa y surjan preguntas tales como ¿debería dejar de trabajar? ¿y si no lo cuidan bien? ¿estará listo para quedarse solo? Debido a que nuestros estados afectivos influyen en la percepción y reacción de nuestros hijos, es importante que uno les trasmita calma. Por esto sirve de ayuda realizar un autoanálisis acerca de nuestras propias inseguridades y buscarles una adecuada racionalización.
Respecto a las dudas acerca de qué nido o qué metodología de enseñanza es la más recomendable, es importante prestar atención a nuestro sentido común (ej. cómo me siento cuando interactúo con sus futuras maestras) y a nuestra logística familiar (lejanía física del hogar, costo de la mensualidad, etc.) puesto que no existe una sola respuesta a estas dudas.
Artista: Katerina Davidenko |
Finalmente, hay que considerar si el nido se preocupa o no por cuidar de realizar un adecuado proceso de adaptación. Así en el escenario ideal el centro educativo debe facilitar el proceso de separación de modo progresivo para lograr finalmente el niño pueda permanecer solo en el aula. Recordemos que en todo momento debemos ser sinceros con nuestros hijos, por más que les cueste separarse de uno, se le debe anunciar la despedida ya que de no hacerlo alimentamos su ansiedad de separación y la desconfianza en nuestra palabra.
Y ahora qué hago con el complejo de Edipo
Otra de las preocupaciones que surgen en esta etapa es cómo lidiar con el "Complejo de Edipo". Empecemos por aclarar que es una etapa natural en niños y niñas entre los tres y cinco años en donde empiezan a tomar mayor conciencia de su sexualidad (ya sea de su propio cuerpo o de los roles asociados a su género) y por ende surge una sobrefocalización de su atención hacia el padre del género opuesto.
Artista: Nieves Fraga |
Ello no significa que el niño no sienta afecto por su otro cuidador o lo quiera menos, pero lo percibe como un rival y por ende se presentan sentimientos encontrados de culpa, miedo, cólera y a la vez mucho afecto pues representa una de sus principales figuras de identificación.
En este sentido es importante recordar que estas conductas responden a una etapa del desarrollo típico en cualquier infante y al ser pasajero se debe evitar brindarle mayor relevancia o magnificar sus acciones. Del mismo modo, se deben evitar las burlas o seguirle el "juego", nuestro hijo debe tener claro cuál es su rol en la familia y el de los demás miembros de la misma. Ello implica que si bien el niño desee permanecer únicamente al lado de su madre, debe respetar el tiempo compartido entre sus padres.
¿Cómo puedo enseñarle límites, sin sentirme "la mala de la película"?
Empecemos por recordar lo descrito líneas anteriores respecto a los sentimientos de culpa frente al no poder compartir con nuestros hijos el tiempo que desearíamos; y cómo en ocasiones buscamos compensar esta situación siendo más permisivos frente a la delimitación de normas y la satisfacción inmediata de sus deseos.
Artista: Ronleishman |
Cómo lidiar con esta situación, en primer lugar nuestros hijos deben aprender desde temprana edad a esforzarse por alcanzar sus objetivos por más cotidianos y sencillos que estos sean. Por ejemplo, si desea jugar con sus muñecas deberá guardar primero los bloques con los que estaba jugando o terminar su tarea antes de prender la computadora.
Por otro lado, es importante que cada miembro de la familia tenga responsabilidades y participe activamente en el hogar, esto implica que no solo los hijos deberán participar en las labores domésticas sino también ambos padres. El aprendizaje más efectivo es el que se realiza con el ejemplo, no solo con palabras.
En los siguientes cuadros desarrollamos ideas que pueden ser útiles para promover la autonomía en nuestros hijos de acuerdo a su edad.
Por otro lado, debemos tener presente que nuestros hijos no nacen sabiendo normas sociales y límites puesto que ello responde a un proceso de aprendizaje. Es por ello que debemos considerar la etapa evolutiva en el que se encuentra el niño y establecer las normas de un modo asertivo y firme pero no autoritario.
Es decir si nuestro hijo desea desarrollar sus habilidades motoras y se encuentra caminando sobre los muebles de la sala, debemos conversar con él indicándole que si desea jugar puede hacerlo pero en el patio, su cuarto de juegos o el parque. De este modo no frustramos su iniciativa pero sí le enseñamos acerca de la importancia del espacio y el contexto para la realización de una actividad; así como aprender a lidiar con su frustración.
Tomemos en cuenta que nuestros hijos principalmente buscan nuestra, por ende si nosotros reforzamos la presencia de conductas empáticas, autónomas y creativas estas serán aquellas que repita con mayor frecuencia. Pero si dirigimos la mirada a las "equivocaciones" que puedan cometer nuestros hijos, en su afán por ganar nuestra atención esas conductas no serán erráticas o accidentales sino intencionales pudiendo presentarse dificultades conductuales tanto en seno familiar como en los demás ámbitos de desarrollo.
Para mayor información acerca de cómo lidiar con la maravillosa pero exigente labor de padres los invitamos a ingresar a nuestro fanpage de Facebook Fortaleciendo Raíces, en dicho espacio compartimos además frases motivadoras, videos y sugerencias. Por otro lado, también les ofrecemos un Grupo de conversación también llamado Fortaleciendo Raíces Grupo plataforma en la que se promueve el intercambio de experiencias y vivencias de modo que podamos ayudar a que nuestros hijos sigan creciendo fuertes y felices.
Referencias
Gerardi, R. Estamos criando niños caprichosos. [fecha de
consulta: 14 de mayo del 2016]. Disponible en: http://www.disneybabble.com/pe/maternidad/estamos-criando-ni%C3%B1os-caprichosos/?ex_cmp=SP_CriandoCaprichosos_FBK
Iskandar, B. (2014). Diez alternativas respetuosas para introducir
límites en la crianza. [fecha de consulta: 14 de mayo del 2016]. Disponible
en: http://www.conocemimundo.com/2014/02/diez-alternativas-respetuosas-para.html?m=1
Tarrés, S. El complejo de Edipo en los niños. Cuando el niño se
“enamora” de su madre. [fecha de consulta: 25 de mayo del 2016]. Disponible en: http://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/conducta/el-complejo-de-edipo-en-los-ninos/